Amar a tu pareja
Amar a tu
pareja es atreverte a expresarle el cariño espontáneamente a través de tu
mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de un abrazo
vigoroso, con la pasión de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle
saber y sentir cuánto la valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas
interiores, aún aquellas que ella misma desconoce; es ver su potencial latente
y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su
interior; es hacerla sentir que su desarrollo personal te importa honestamente,
que puede contar contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y
alentar su posibilidad de dar todo el fruto de su capacidad; es develar ante
sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de
esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.
Amar a tu
pareja es también atreverte a establecer tus propios límites y mantenerlos
firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda
aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti
mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas
en libertad de expresarle tu enojo, sin ofender al ser querido, y puedas
manifestar lo que te molesta e incomoda, sin discutir, sin gritarlo, sin
intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo
con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar
los desacuerdos…
Y si llegase
un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser
capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden
con gratitud por los tesoros compartidos.
Amar a tu
pareja es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y
valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión humilde
del Hombre, como una manifestación humilde y palpable de esa esencia
trascendente e intangible llamada “ser humano”, de la cuál tú formas parte; es
reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana,
que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar
tanto sus facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros
y sombríos; amar a tu pareja, en realidad, es amar al ser humano en su
totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto,
amar a tu pareja es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en
la sinfonía de este mundo, aunque sea la más humilde de todas las notas
musicales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.