domingo, 2 de diciembre de 2012

EL CAMIÓN DE BASURA


El Camión de Basura

Me subí a un taxi rumbo a la Estación Central del Ferrocarril y cuando íbamos por el carril de la derecha, por poco nos estrellamos con un carro que así de repente y de la nada salió como bólido de donde estaba estacionado.
El conductor del taxi en el que iba alcanzó a frenar a todo lo que daba, el taxi se coleó y por un pelo casi le pegamos al auto que quedó frente a nosotros.
Después de esto, el conductor del otro auto, el tipo que casi causó el accidente, asomando la cabeza por la ventanilla comenzó a gritarnos una cantidad horrible de insultos e improperios.
Todavía recuperándome del susto, lo que acabó de sacarme de mis casillas fue la actitud del chofer de mi taxi, quien en forma extremadamente amistosa y cortés le sonreía y saludaba con la mano al conductor del otro auto.
Yo estaba furioso y confundido, pero no me quedé con las ganas y le pregunté al chofer de mi taxi que por qué se ponía a sonreír y saludar al tipo que casi nos hizo chocar, arruinar su taxi y posiblemente hasta enviarnos al hospital.
Entonces, el taxista con voz pausada me contó lo que ahora yo llamo "La Ley del Camión de Basura".
Mire, me dijo: ¿Ve aquel camión de basura? Sí, le dije, ¿y eso qué tiene que ver?
-Pues, así como esos camiones de basura existen, hay muchas personas que van por la vida llenos de basura, frustración, rabia, y decepción.
Tan pronto como la basura se les va acumulando necesitan encontrar un lugar donde vaciarla, y si usted los deja seguramente le vaciarían su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones. Por eso cuando alguien quiere vaciar su basura en mí, no me lo tomo personal; sino tan sólo sonrío, saludo, le deseo todo el bien del mundo y sigo mi camino. Hágalo usted también y le agradará el haberlo hecho, se lo garantizo.
A partir de ese día comencé a pensar qué tan a menudo permito que estos Camiones de Basura me atropellen; y me pregunto a mí mismo cuán a menudo recojo esa basura y la esparzo a otra gente en casa, en el trabajo o en la calle.

Así que me prometí que ya jamás lo iba a permitir. Comencé a ver camiones de basura y así como el niño de la película "El Sexto Sentido" decía que veía a los muertos, bueno ahora así yo veo a los Camiones de Basura. Veo la carga que traen, los veo que me quieren echar encima su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones y tal y como el taxista me lo recomendó, no me lo tomo personal, tan sólo sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante.

Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima reunión. Los buenos padres saben que tienen que recibir a sus hijos con besos y abrazos. Los líderes y los padres saben que tienen que estar física y mentalmente presentes y en su mejor estado para la gente que realmente es importante para ellos.

En resumen, la gente exitosa no permite que los Camiones de Basura absorban su día.

TENEMOS CINCO SENTIDOS


Cinco sentidos tenemos, los cuales debemos usar sabiamente.

Usa tu vista, para ver la belleza de la vida, para ver el interior de las personas.
No los uses para criticar maliciosamente cómo se ven o se visten los demás,
o para juzgar a las personas, sólo por sus apariencias.

Usa tus oídos, para escuchar a tu prójimo, y poder ofrecerle una palabra de aliento, para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edificar tu interior.
No los uses como un arma, o para escuchar cuando se habla mal de los demás.

Usa tu olfato para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor.
No lo impregnes con los malos olores como lo son el odio, el egoísmo, la traición.

Usa tu gusto para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación.
No lo uses para saborear las derrotas de otros.

Usa tu tacto para sentir y dar amor, para tocar a las persona con tus deseos positivos, con tu caridad.
No lo uses para pedir injustificadamente.

El sexto sentido, el más importante, es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos, entre el bien y el mal, entre dar o recibir, entre construir o desmoronar.

A veces miramos sin ver, oímos sin escuchar, olemos sin percibir, probamos sin saborear, tocamos superficialmente.

Usa tus sentidos sabiamente, no se trata de cuántos tengas, sino de cómo los utilizas.

EXISTE EL MAL


¿Existe el mal?
Ocurrió en Alemania al inicio del siglo 20. Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la Universidad de Berlín, propuso un desafío a sus alumnos con la siguiente pregunta:  -¿Creó Dios todo lo que existe? 
Un alumno respondió valientemente: -Sí, Él creó todo lo que existe…
 Preguntó nuevamente el maestro: -¿Dios realmente creó todo lo que existe? -Sí señor, respondió el joven.  
El profesor, dijo: -Si Dios creó todo lo que existe, ¡entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe! Y si decimos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo, porque el creo el mal.
El joven se calló frente a la respuesta del maestro, que se regocijaba de haber probado, una vez más, que la fe era un mito.
Otro estudiante levantó la mano y dijo: -¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?  
-Claro que sí, fue la respuesta del profesor. El joven se puso en pie y preguntó: -Profesor, ¿el frío existe?
-¿Pero que pregunta es esa?… Lógico que existe, ¿o acaso nunca sentiste frío?
El muchacho respondió: -En realidad, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total de calor; todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Nosotros creamos esa definición para describir de qué manera nos sentimos cuando no tenemos calor.
-Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante.
El profesor dijo: -Por supuesto que existe.
El estudiante respondió: -La oscuridad tampoco existe. La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz.  “La luz la podemos estudiar, pero la oscuridad, no”
 A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas, pero eso es imposible con la oscuridad.   -¿Cómo podemos saber cuán oscuro está un espacio determinado?
-Solo con base a la cantidad de luz presente en ese espacio. Porque la oscuridad es una definición utilizada por el hombre para describir qué ocurre cuando hay ausencia de luz.
Finalmente, el joven pregunto nuevamente al profesor: -Señor ¿El mal existe?
El profesor respondió: -Por supuesto, como afirmé al inicio, vemos robos, crímenes, violencia en todo el mundo. Esas cosas son del mal.
El estudiante, dijo: -“No Señor, el mal no existe o por lo menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien…
De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios” …Dios no creó el mal. El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la obscuridad cuando no hay luz.
El joven fue aplaudido de pie por los demás alumnos y el maestro, moviendo la cabeza, permaneció en silencio.
 El director de la Universidad, se dirigió al joven estudiante y le preguntó:
-¿Cuál es tu nombre?      -Me llamo, ALBERT EINSTEIN

HAZLO HOY


Hazlo Hoy

Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas.
Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos más medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.
Tenemos más libertad, pero menos alegría.
Tenemos más comida, pero menos nutrición.
Padres y madres trabajan y eso significa más ingresos en el hogar, pero se multiplican los divorcios.
Las casas son más modernas, hermosas y confortables, pero hay más hogares rotos.
No guardes nada para un momento especial, porque cada día que vives es una ocasión especial.
Siéntate en el jardín y disfruta de las flores, de las estrellas, de todo aquello que no fue creado por el hombre, porque en cada una de estas cosas está la presencia de Dios.
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos.
Come tu comida preferida. No guardes tus copas de cristal. No guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases “Uno día de estos”, “Algún día”, quítalas de tu vocabulario. Escribe aquella carta que pensabas enviar hoy.
Diles hoy a tus familiares y amigos, cuánto los quieres. Cada día, hora, minuto, es especial.
No tardes en hacer lo que estás pensando, piensa que “Uno de estos días” puede estar muy lejos, o tal vez no llegue nunca.
“La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no sólo para sobrevivir”

LA BOTELLA DE LECHE


La Botella de Leche

Dos hermanos, uno de cinco y otro de diez años, iban por las casas pidiendo algo de comer. Estaban muy hambrientos, pero por más que rogasen por un poco de comida, encontraban una y otra vez el mismo tipo de respuesta: "trabajen y no molesten", "aquí no hay nada, pordioseros”... Pasaron así casi toda un mañana y finalmente, desanimados y tristes los niños se sentaron en un banco de la plaza. Una mujer, al verlos llorando, se compadeció de ellos y les entregó una botella de leche.
¡Que fiesta! Ambos se sentaron nuevamente. El hermano mayor simulaba estar saboreando la leche, y decía: “Que exquisita está esta leche”, mirando de reojo al pequeñito.
"Ahora es tu turno. Sólo toma un poquito" Y el hermanito, le respondía: "¡Está sabrosa!"
"Ahora yo", dijo el mayor que seguía fingiendo, porque su propósito era que el pequeño se tomara toda la botella.
"Ahora tú", "Ahora yo", "Ahora tú", "Ahora yo"...
La mujer, observaba esa escena con su rostro humedecido por las lágrimas, sin poder creer lo que estaba viendo. Esos "ahora tú", "ahora yo" quebrantaron su corazón...
Y entonces, sucedió algo que le pareció extraordinario.
El mayor comenzó a cantar, a danzar, a jugar fútbol con la botella vacía de leche. Estaba radiante, con el estómago vacío, pero con el corazón rebosante de alegría, brincaba con la naturalidad de quien no hace nada extraordinario, con la naturalidad de quien está habituado a hacer cosas extraordinarias sin darles la mayor importancia.
De aquel niño podemos aprender una gran lección: "Quien da es más feliz que quien recibe" Es así que debemos amar. Sacrificándonos con tanta naturalidad, con tal elegancia, con tal discreción, que los demás ni siquiera puedan agradecernos el servicio que les prestamos".
¿Como podrías hoy encontrar un poco de esta "felicidad" y hacer la vida de alguien mejor, con más "alegría de ser vivida"? ¡Adelante, levántate y haz lo que sea necesario!
Cerca de ti puede haber un amigo que necesita de tu hombro, consuelo, o quizás un poco de tu alegría y compañía.

QUIÉN MATO AL AMOR...


Quién mato al amor?
Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que ODIO, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a todos sus súbditos a una reunión urgente.
Vinieron de todas partes del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión, con curiosidad por saber cuál era el propósito.
Cuando estuvieron todos reunidos, ODIO se puso de pie y dijo: Los he reunido a todos porque deseo con todo mi corazón matar alguien. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era ODIO quien les estaba hablando y él siempre quería matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien era tan difícil de matar para que ODIO, los necesitara a todos. Quiero voluntarios que maten al odioso AMOR, dijo. Muchos sonrieron, ya que casi todos querían hacerlo de una u otra forma.
El primer voluntario fue “Mal Carácter”. Yo iré y les aseguro que en un mes, AMOR habrá muerto. Provocaré tal discordia e ira que no lo soportará, les dijo a todos.
Al cabo de un mes se reunieron otra vez para escuchar lo sucedido, pero “Mal Carácter” tenía malas noticias. Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, AMOR la superaba y salía adelante, les dijo.
Fue entonces cuando, se ofreció “Ambición” que haciendo alarde de su poder dijo: En vista de que “Mal Carácter” fracasó, iré yo. Desviaré la atención de AMOR hacia el deseo por la riqueza y el poder, y no podrá vencer la tentación. No fallaré.
“Ambición” inició el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida, pero después de luchar ferozmente, renunció a todo deseo de poder y triunfó.
ODIO se enfureció por el fracaso de “Mal Carácter” y “Ambición” y decidió enviar a “Celos”, quien burlón y perverso inventaba toda clase de artimañas y situaciones para despistar y llenar de dudas y sospechas infundadas a su adversario AMOR. Pero este no tenía ninguna intención de morir, y con valentía y fortaleza lo venció.
Año tras año, ODIO siguió en su lucha y envió a sus más hirientes compañeros: “Frialdad”, “Egoísmo”, “Indiferencia”, “Pobreza” y a muchos otros, pero todos fracasaron, porque cuando AMOR se sentía desfallecer, tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba.
ODIO, convencido de que AMOR era invencible les dijo a los demás: Nada se puede hacer, hemos perdido la batalla. AMOR lo ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo hemos logrado.
De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido, su rostro era poco visible, por lo que nadie lo reconoció. Con voz muy firme y con mucha autoridad, dijo: “Yo me encargaré de AMOR”
Confundido, pero con mucha alegría, ODIO dijo: Ve y hazlo.
Tan sólo habían pasado unos días cuando ODIO volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin: AMOR había muerto.
El sentimiento poco conocido se puso de pie, se dirigió a los presentes y les dijo:
Ahí les entrego el cuerpo sin vida de AMOR. Está muerto como deseaban todos ustedes, y sin decir nada más se marchó.
Espera dijo ODIO: ¿Cómo has podido vencerle en tan poco tiempo? ¿Acaso no hizo el menor esfuerzo para sobrevivir? ¿Quién eres tú?
El sentimiento mostró por primera vez su horrible rostro y dijo: “Soy LA RUTINA”.

LA MENTIRA DESCUBIERTA


La mentira descubierta

Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.
Estábamos bien en el interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí, siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.
Un día mi padre me pidió que le llevara a la ciudad para asistir una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad.
Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y cómo iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller.
Cuando me despedí de mi padre él me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa juntos.
Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo.
Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p.m.
Él me preguntó con ansiedad:
  - ¿Por qué llegas tarde?
Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar... esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.
  - Algo no anda bien en la manera como te he criado puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.
Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentados ni alumbrados. No lo podía dejar solo... así que yo conduje el auto 5 horas y media detrás de él... viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.
Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso... Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos ¿hubiese aprendido la lección?
¡No lo creo! Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer.
¡Éste es el poder de la vida sin violencia!
“Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza, la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se consigue una falsa sumisión”  -Albert Einstein-

lunes, 26 de noviembre de 2012

CÓMO PERDER o SUPERAR LA TIMIDÉZ


Cómo perder o superar la timidez

¿Te pones nervioso ante el contacto con los demás?, ¿te asusta la idea de hablar en público?, ¿temes a hacer el ridículo en una reunión social? Si la respuesta a estas cuestiones es afirmativa, necesitas saber cómo vencer la timidez. Superar los síntomas de timidez te permitirá disfrutar más de las relaciones con los demás. Aprende cómo perder la timidez.
Las causas de timidez, a menudo se apoyan en la baja autoestima. Por tal razón, la confianza en tí mismo es fundamental para perder de una vez por todas y para siempre esa timidez, que te impide relacionarte de manera relajada y disfrutar de la compañía de los que te rodean.
Existen innovadoras estrategias para superar la timidez, mediante consejos prácticos y técnicas de relajación, que te ayudarán a aprender a vivir rodeado de amigos y gozando realmente de la compañía de los otros.  "La timidez es sólo una reacción emocional temporal, que se presenta en el enfrentamiento con personas o situaciones desconocidas. Algunas personas tienen una predisposición genética a la timidez. La gente tímida no es poco sociable, sino que se exige mucho a sí misma."
Si crees que este es tu caso, tenemos algunas recomendaciones para perder los síntomas de timidez, pero es necesario diferenciar la timidez de la ansiedad social y de la fobia social.


Por ahora hablemos sobre la Autoayuda contra la timidez

Amigos y amigas, hay que salir al mundo!…
La timidez extrema es un problema que puede detener nuestro progreso personal, aislándonos del mundo. La autoayuda puede ser una herramienta eficaz para vencer la timidez.
Es habitual escuchar en las familias o grupos de amigos las típicas expresiones que catalogan a algún integrante como tímido, retraído o demasiado reservado. Sin embargo, esa característica de nuestra personalidad puede ser parte de una forma de ser o, en dosis extremas, una patología social que nos puede llevar al aislamiento.
Si advierte que se preocupa en demasía por caer bien a la gente, que no se anima a esbozar la menor crítica a un familiar, si no sabe decir no o si para usted pedir un favor, por más pequeño que sea, es una tortura, piense seriamente sobre el nivel de su timidez.
Asimismo, si esto se combina con una tendencia a permanecer encerrado en su casa y a perder contacto con sus seres queridos, no dude en pedir ayuda de alguna manera. Quizás, los grupos de autoayuda para vencer la timidez pueden ser una vía adecuada para superar estas trabas, por supuesto combinada con otras.






En principio, es necesario entender que este tipo de habilidades sociales no llegan únicamente por patrimonio genético con nuestro nacimiento: pueden adquirirse en el transcurso de la vida, con el tiempo y con nuestro esfuerzo podemos mejorar como personas, incorporando cuestiones que creíamos vedadas para nosotros.

Existen algunos consejos, que se practican y analizan en profundidad en el marco de los grupos de autoayuda para vencer la timidez, que pueden ser útiles para afrontar nuestros miedos y para aprender a expresarnos mejor, tanto sea con palabras como gestualmente.

Así que presten atención y piensen bien en todo lo que viene a continuación…

·        Nunca es positivo interpretar el pensamiento del otro. Dar por sentado, por ejemplo, que nos juzgará negativamente por lo que digamos o hagamos.
No es bueno adelantarse, porque podemos estar cometiendo un error de apreciación.

·        Acepte que siempre usted puede llegar a cometer errores, esto es normal y usted no es anormal.

·        Usted tiene derechos que puede manifestar: derecho a decir que no, a protestar por un servicio mal brindado, a pensar de manera diferente, a cambiar de postura. Respétese a usted mismo esos derechos y hágalos valer cuando sea necesario.

·        En cuanto a la comunicación, siempre intente mirar al receptor de su mensaje mientras habla o gesticula. Trate de eliminar los titubeos al hablar: una voz firme y decidida lo plantará de manera diferente frente al otro y, a la vez, aumentará su autoestima. Siempre habrá alguien interesado en lo que usted tiene que decir.

·        El mundo que lo rodea no está lleno de seres perfectos. Todos los que lo habitamos tenemos miedos, problemas y carencias. Anímese a compartirlo y a vivirlo junto a los demás, que también quieren vivir y compartir ese mismo mundo con usted, con todas sus virtudes y todos sus defectos…

.        Acéptese tal como es, y repítalo mentalmente en forma constante…

Yo me acepto tal como soy y me amo profundamente

ESTA ES YORUBA 91.9 FM “LA NUEVA ESTRUCTURA RADIOFÓNICA VANGUARDISTA”.
Y AVANZAMOS CON LA MEJOR MÚSICA A LAS…   

EL SUSURRO DEL ESPÍRITU


Deepak Chopra ~ El susurro del Espíritu.


Hace varios años, descubrí que cada vez que yo enfrentaba un dilema o un problema, lo mejor que podía hacer era dejar de pensar en él y comenzar a dirigirme al Espíritu de Dios en mí por una solución.

De modo que conseguía un lugar tranquilo, dirigía mi atención a lo interno y entraba al silencio en mi alma. Entonces decía: "Querido Espíritu, dime qué hacer". Dejaba ir mi ego, mi necesidad de luchar para encontrar una solución y, simplemente esperaba que la solución me fuese revelada.

A veces la solución venía en el silencio y otras, venía como un relámpago en mi consciencia cuando estaba ocupado en algo que no tenía nada que ver con el problema. Yo bien podía estar jugando tenis o viendo a un paciente y, de repente la solución se presentaba como un destello en la pantalla de mi consciencia, tan claramente que sabía sin lugar a dudas qué hacer.

Desde entonces he aprendido que cuando tengo que tomar una decisión importante, sólo necesito aquietar mi mente, poner mi consciencia en la Presencia del Espíritu y hacer las preguntas.

He visto suceder cosas extraordinarias. Y gracias a mi propia experiencia, estoy convencido de que el Espíritu es abstracto y trascendente, pero también tiene un poder organizativo infinito. El Espíritu puede organizar infinidad de espacio, tiempo y acontecimientos para producir el resultado propuesto.

El Espíritu es un Campo de Energía Consciente que conecta todo con todo lo demás y a todos con todos los demás. De modo que me siento maravillosamente bien al saber que sin importar lo que haga, dónde vaya o la situación, circunstancia o dilema, siempre puedo tener mi consciencia en la Presencia del Espíritu.

Deepak Chopra.

LA GENTE QUE ME GUSTA


La gente que me gusta, por Mario Benedetti
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti

Es difícil tener todas esas cualidades juntas... pero, sin duda, es una de esas cosas que merecen la pena ser leídas de vez en cuando...

MI QUERIDO TÍO POROTO


MI QUERIDO TÍO POROTO

Mi tío Poroto se encontraba bien de salud, hasta que su mujer, mi tía Porota, a instancias de su hija, mi prima Tota, le dijo:
-Poroto, vas a cumplir 70 años, es hora de que te hagas una revisión médica…
-Y para qué?, si me siento muy bien-
-Porque la prevención debe hacerse ahora, cuando todavía te sientes joven-, contestó mi tía.
Por eso mi tío Poroto fue a consultar al médico.
El médico, con buen criterio, le mandó a hacer exámenes y análisis de todo lo que pudiera hacerse.
 A los quince días el doctor le dijo que estaba bastante bien, pero que habían algunos valores en los estudios que había que mejorar. Entonces le recetó Simgras Grageas para el colesterol, Bobex  para el corazón, Diabetol Plus para prevenir la diabetes, Total Vitaminol como complejo vitamínico, Abajopres para la presión arterial, Alergicatel para la alergia. Como los medicamentos eran muchos y había que proteger el estómago, le indicó Omeopancex.
Mi tío Poroto fue a la farmacia y gastó una parte importante de su jubilación, por varias cajitas primorosas de variados colores.
Al tiempo, como no lograba recordar si las pastillas verdes para la alergia las debía tomar antes o después de las cápsulas para el estómago, y si las amarillas para el corazón iban durante o al terminar las comidas, volvió al médico.
Este, luego de hacerle un pequeño fíxture con las ingestas, lo notó un poco tenso y algo contracturado y estreñido, por lo que le agregó Nervocalma y Aflojex Max.
Esa tarde, cuando entró a la farmacia con las recetas, el farmacéutico y sus empleados hicieron una doble fila para que él pasara por el medio mientras ellos lo aplaudían.

Mi tío, en lugar de estar mejor, estaba cada día peor.
Tenía todos los remedios en el estante de la cocina y casi no salía de su casa, porque no pasaba momento del día en que no tuviera que tomar una pastilla.
A la semana, el laboratorio fabricante de varios de los medicamentos que él usaba, lo nombró "cliente protector" y le regaló un termómetro, un frasco estéril para análisis de orina y una birome con el logo de la empresa.     
Tan mala suerte tuvo mi tío Poroto, que a los pocos días se resfrió y mi tía Porota lo hizo acostar como siempre, pero esta vez, además del té con miel, llamó al médico.






Este le dijo que no era nada, pero le recetó Gripedin Dúo y un antibiótico, Sanaxidal.
Para colmo mi tío Poroto se puso a leer los prospectos de todos los medicamentos que tomaba y así se enteró de las contraindicaciones, las advertencias, las precauciones, las reacciones adversas, los efectos colaterales y las interacciones médicas. Lo que leía eran cosas terribles… No sólo se podía morir, sino que además podía tener arritmias ventriculares, sangrado anormal, náuseas, hipertensión, insuficiencia renal, parálisis, cólicos abdominales, alteraciones del estado mental y otro montón de cosas espantosas.
Asustadísimo, llamó al médico, quien al verlo le dijo que no tenía que hacer caso de esas cosas porque los laboratorios las ponían por ponerlas.
-Tranquilo, Don Poroto, no se excite- le dijo el médico mientras le hacía una nueva receta con Antideprezol Forte en Supositorios.
En ese tiempo, cada vez que mi tío cobraba la jubilación iba a la farmacia donde ya lo habían nombrado cliente VIP.
Esto lo hacía poner muy mal, razón por la cual el médico le recetaba nuevos e ingeniosos medicamentos.
Llegó un momento en que al pobre de mi tío Poroto las horas del día no le alcanzaban para tomar todas las pastillas, por lo cual el pobre ya no dormía, pese a las cápsulas para el insomnio que le habían recetado.
Tan mal se había puesto que un día, haciéndole caso a los prospectos de los remedios, se murió.
Al entierro fueron todos, pero el que más lloraba era el farmacéutico.
Aún hoy mi tía Porota afirma que menos mal que lo mandó al médico a tiempo, porque si no, seguro que se hubiese muerto antes…-
Queridos Oyentes este relato está  dedicado a todos ustedes y a todas mis amistades, ya sean médicos o pacientes!

CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD ES
" P U R A    C O I N C I D E N C I A . . .

Un agradecimiento muy especial a mi buen amigo Adelis Hernández quien gentilmente me hizo llegar éste relato que acabo de compartir con todos ustedes…

jueves, 1 de noviembre de 2012

TERAPIA DEL ELOGIO


Terapia del Elogio

Renombrados terapeutas que trabajan con familias, divulgaron una reciente investigación donde se hace notar que los miembros de las familias en general están cada vez más fríos, más distantes, no existe ya el cariño, no se da más valor a las cualidades, solamente se escuchan críticas y reproches.
Las personas están cada vez más intolerantes y se desgastan dando valor a los defectos de otros o entre sí. Por eso, las relaciones de hoy no duran, o cada vez duran menos. Y aquí se mencionan las relaciones de amistad, relaciones de pareja y también las relaciones laborales, mis amigos.
La ausencia del elogio está cada vez más presente en las familias de clase media y alta. No vemos a los hombres elogiando a sus mujeres o vice-versa. No vemos a los jefes elogiando el trabajo de sus subordinados. No vemos nunca a los padres e hijos elogiándose. Tampoco a los amigos, a los vecinos, etc.
Solo vemos personas superficiales y fútiles dando valor a los artistas y cantantes…
A esas personas que usan la imagen para ganar dinero y que, por consecuencia, son personas que tienen la obligación de cuidar del cuerpo y del rostro.
Mis amigos: Esa ausencia de elogio ha afectado mucho a nuestra sociedad y a nuestras familias. La falta de diálogo en sus hogares y el exceso de orgullo impide que las personas digan lo que sienten y se llevan esa carencia para los consultorios hasta los oídos de los especialistas, psicólogos y psiquiatras.  Además, destruyen sus matrimonios, y acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de sus hogares.
Así que comencemos a dar valor a nuestras familias, a nuestros amigos, alumnos y subordinados. A todos nuestros empleados y trabajadores.
Vamos a elogiar al buen profesional,  la buena actitud, la lealtad, la puntualidad, la ética, la belleza de nuestros compañeros o nuestras compañeras, su calidad como personas, el comportamiento de nuestros hijos y la dedicación de nuestras esposas o esposos.
Vamos a observar lo que a cada persona le gusta de los demás. Debemos admirar al buen profesional, el buen hijo, el buen padre o la buena madre, el buen amigo, la buena ama de casa. La mujer y el hombre que se cuidan, se protegen y se aman como buenas parejas…  En fin, vivimos en una sociedad en la que uno necesita del otro, es imposible vivir solo y aislado.
Gentiles amigos y amigas: Los elogios son la motivación en la vida de cualquier persona, y a todos nos agrada que nos digan un elogio cariñoso y sincero.
¿Cuántas personas podría usted hacer feliz hoy elogiándolas de alguna manera?
¡Entonces elogie a alguien hoy! 
Si se trata de su alumno y se lo merece dígale lo buen estudiante que ha sido.   Si es un subordinado incentívelo reconociéndole su buen comportamiento.   A ese Profesional que trabaja para usted, como Ejecutivo o como Representante de la empresa, reconózcale sus méritos y hágale saber lo importante que es, como una pieza fundamental para su organización.  Y a ese compañero laboral o a ese amigo de toda la vida, haláguelo haciéndole saber cuán importante ha sido y es para usted conservar ese inmenso tesoro que se esconde detrás de una buena amistad…
Y finalmente, a ese gran amor de toda la vida, declárele todo su amor, aparte todo el orgullo y dígale cuanto le ama,  y démosle gracias a la vida y al Divino Creador por toda la dicha que tenemos a nuestro alrededor… 

miércoles, 31 de octubre de 2012

EL TORNILLO


EL TORNILLO
Algunas veces es un error juzgar el valor de una actividad simplemente por el tiempo que toma realizarla...

Un buen ejemplo es el caso del ingeniero que fue llamado a arreglar Una computadora muy grande y extremadamente compleja... una computadora que valía 12 millones de dólares.

Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato.

Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo.

Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.

El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.

-"¿Cuánto le debo? "-preguntó.
- "Son mil dólares, si me hace el favor."

- "¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito?

-¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada!

- La pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique."

- El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.
- A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza procedió a pagarla en el acto, sin chistar. La factura decía:

Detalle de servicios prestados

•Apretar un tornillo........... .... .... .... .... ... 1 dólar
•Saber qué tornillo apretar.............. ..... 999 dólares

IMBORRABLES CICATRICES






Cicatrices


Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con varios clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la puerta de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la puerta...pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la puerta. Finalmente llegó el día en el que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre, entonces el padre le sugirió que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la puerta. Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la puerta...entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la parte trasera de la puerta.
-Mira hijo, has hecho bien, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la puerta.
Ya la puerta nunca será la misma de antes.
-En el trato con las demás personas, cuando decimos o hacemos cosas con enojo, dejamos una cicatriz como este agujero en la puerta. Es como clavarle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedó hecha.
Los amigos son verdaderos tesoros a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
Es así que este cuento nos enseña la importancia de saber cuidar a quienes queremos y nos rodean y si cometemos una falta debemos buscar la forma de pedir "perdón" para que esa amistad no se pierda.
¡¡¡La amistad entre las personas es un valor que hay que saber cultivar!!!

LOS HIJOS DE LA VIDA


LOS HIJOS DE LA VIDA

Y una mujer que llevaba un niño contra su pecho le preguntó a un maestro:
-Háblanos de los hijos.
Y el respondió
- Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de sí misma.
Vienen a través de vosotros, mas no de vosotros y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, mas no vuestros pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis albergar sus cuerpos mas no sus almas.
Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños os es dado visitar.
 Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis hacerlos como vosotros.
Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
 Vosotros sois el arco por medio del cual vuestros hijos son disparados como flechas vivas.
 El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y os dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.
Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para vuestra dicha, por que así como él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme; por eso vosotros tuvisteis la oportunidad de vivir vuestra vida y la libertad de amar y hacer tu vida.
 Deja que tus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no los reclames para que vuelvan, ellos te querrán por siempre y tendrán también su nido del cual algún día ellos solos quedaran, pero fue su nido y su vida, déjalos libres, ámalos con libertad, no apagues el fuego de su hogar, vive y deja vivir y ellos siempre te querrán.

miércoles, 24 de octubre de 2012

AMAR A TU PAREJA


Amar a  tu pareja


Amar a tu pareja es atreverte a expresarle el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de un abrazo vigoroso, con la pasión de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto la valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que ella misma desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerla sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que puede contar contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto de su capacidad; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

Amar a tu pareja es también atreverte a establecer tus propios límites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresarle tu enojo, sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda, sin discutir, sin gritarlo, sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos…

Y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.

Amar a tu pareja es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión humilde del Hombre, como una manifestación humilde y palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada “ser humano”, de la cuál tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto sus facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a tu pareja, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a tu pareja es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo, aunque sea la más humilde de todas las notas musicales.

DEVUÉLVEME MIS MANITOS


DEVUÉLVEME MIS MANITOS

Una familia se había comprado un auto nuevo, cero km, hermoso por donde se le mirara: el tapizado era un encanto, el color, el diseño... todo. . .  Realmente era una belleza…
El padre amaba ese auto, todo el esfuerzo de su trabajo estaba depositado ahí en ese carro.
Un día salieron a pasear el Señor con su esposa y su pequeño hijo de tan sólo 3 años.
Pasaron por una gasolinera, y luego pararon frente a una tienda para comprar algún refrigerio. Bajaron los señores y el niño se quedó en el auto.
El pequeño encontró un marcador y como es de suponer, empezó a rallar todo el asiento.  Él estaba feliz y entretenido haciendo dibujitos en la tapicería del carro.
Y así pasaban los minutos, Él seguía pintando y pintando con gran entusiasmo y amor, ya que los niños hacen todas sus cosas única e inocentemente en esa condición.
Al subirse los padres al carro y ver la atrocidad que había hecho su hijo, le empezaron a pegar y golpearon sus manitos hasta que se cansaron.
El papá le dijo reprimiéndolo:
Ya sabes que los marcadores son únicamente para dibujar en los papeles que nosotros te demos…    A ver si aprendes la lección...!!!    Me entendiste bien?...
Pegándole una y otra vez, y sacando toda su furia, sin darse cuenta lo golpeó hasta con el llavero y las llaves del carro…
Al llegar a su casa notaron que el niño estaba en mal estado y decidieron llevarlo al hospital…
Después de varias horas, sale el médico y les dice:
Señores… Las cosas se complicaron y tenemos que amputarle las manitos a su hijo... Si no lo hacemos ahora corremos el riesgo de una gangrena en los brazos.
No podían creer lo que estaban oyendo.
Santo Dios… Era imposible de creer lo que el médico les había anunciado...
Cuando el niño salió de cuidados intensivos, los médicos notificaron a sus padres que ya podían entrar a verlo.
El padre entró a la habitación arrepentido y envuelto en lágrimas...
Y El niño al verlo le dijo:
¡Hola papi!...  ya aprendí la lección, sabes...
Yo no lo vuelvo a hacer…   Te juro que Yo no lo vuelvo a hacer nunca más...
Papi Perdóname…   Pero por favor, devuélveme mis manitos! . . .  

lunes, 15 de octubre de 2012

"EL DÍA QUE ME VOLVÍ INVISIBLE"


En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los recuerdos están hechos una maraña de confusiones… Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador. Pero, ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo, y yo,… yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.
Primero me cambiaron de alcoba porque la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de mis biznietas. Ahora ocupo el desván, el que está en el patio de atrás. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.
Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me pasaba semanas buscando un lápiz, y cuando al fin lo encontraba, yo misma volvía a olvidar dónde la había puesto. A mis años, las cosas se pierden fácilmente.
La otra tarde caí en la cuenta de que también mi voz ha desaparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Pero no me oyen, no me miran, no me responden.  Entonces, llena de tristeza, me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Lo hago así de ponto, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta de que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan perdón. Pero nadie viene…
El otro día les dije que cuando muriera entonces sí que me iban a extrañar… y, el nieto más pequeñito dijo: “¿Ay abuela… y todavía estás viva?”. Les cayó tan en gracia que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entró uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni siquiera me dio los buenos días… Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible. Me paro en medio de la sala, para ver si aunque sea estorbo, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme. Los niños corren a mí alrededor, de un lado al otro, sin tropezar conmigo.
Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad de serle útil: le llevé un té especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara. Sólo que estaba viendo televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El té, poco a poco se fue enfriando y mi corazón también…
Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos a la playa!... Me puse muy contenta, ¡Hacía tanto tiempo que no salía, y menos a la playa!
El sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar las cosas con calma, ah! los viejos nos tardamos mucho en hacer cualquier cosa, así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos…
Al rato entraban y salían de la casa corriendo, y echaban los bolsos y los juguetes al carro. Yo ya estaba lista y, muy alegre de esperarlos en la puerta.
Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el auto o porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a gusto por la playa…
Sentí clarito, clarito, cómo mi corazón se encogió.
La barbilla me temblaba como cuando uno ya no aguanta las ganas de llorar.
Antes le daba besos a mis queridos nietos, era un gusto enorme el que me daba tenerlos en mis brazos como si fueran míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creía recordar, Pero un día mi nieta, Laura, que acababa de tener a su bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud…
Ya no me les acerqué más, no fuera ser que les pasara algo malo, a causa de mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contrariarlos!... Pero yo los bendigo a todos y los perdono, y los amo porque son mi familia, son mi sangre y, después de todo, que culpa pueden tener ellos de que yo me haya vuelto invisible…  Yo me volví invisible para ellos…

¿POR QUÉ GRITA LA GENTE?


¿Por qué grita la gente?


Un día UN Sabio Maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?

Los hombres pensaron unos momentos:
- Porque perdemos la calma, dijo uno, por eso gritamos.

- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó el Maestro.
¿No es posible hablarle en voz baja?
¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas lo satisfizo.

Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno al otro a través de esa gran distancia.

Luego el Maestro preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente… ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Y continuó:
- Cuando se enamoran aún más, ¿qué sucede? No hablan, solo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar. Solo se miran y eso es todo.
Así es, ¡¡¡cuán cerca están dos personas cuando se aman!!!

Por último dijo el Maestro:

- Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen…
- No digan palabras que los distancien más…

“Llegará un día en que la distancia sea tan grande
que no encontrarán más el camino de regreso”…

LA VENTANA PANORÁMICA


LA VENTANA PANORÁMICA

Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenía que estar todo el tiempo boca arriba.

Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana. El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades, colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad. El hombre de la ventana describía todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena.

Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.

Pasaron días y semanas.

Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía.

Se llenó de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.

Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera lo cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo.

Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama… y se encontró con una pared blanca. El hombre preguntó a la enfermera qué podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana.

La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni siquiera la pared, y le indicó:

- “Quizás sólo quería animarle a usted”

EL GUSANO Y EL ESCARABAJO


EL GUSANO Y EL ESCARABAJO

Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.
El escarabajo estaba consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.
El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.
Un día, la compañera de vida del escarabajo le cuestionó a éste su amistad con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos…
… y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.
Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo. Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.
Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano, que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.
Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo… y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que devolverse sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa e intentarlo de nuevo al siguiente día.
Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.
En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron de las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado.
Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.
Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final. Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a éste.
El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.
Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.

Y así aprendió varias lecciones ese día:

La amistad está en ti y no en los demás.
Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
El tiempo no condiciona las amistades.
Tampoco lo hacen las razas ni las limitantes propias o las ajenas.

Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él.
Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones,…
Todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.
El escarabajo murió poco después.
Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó,
pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.
Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que él es,
pues sembrando dudas cosecharás temores.
No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace,
pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.
Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así,
está dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores.
La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sola en el plano más allá de esta vida.
No sé si eres el gusano y yo el escarabajo, o al revés,
pero seguro que somos distintos y que nos movemos en planos diferentes.
Yo, aunque sea gusano, te seguiré buscando día a día;
pero si fuera escarabajo,
no prestaré oído a las críticas, vengan de donde vengan.
Si fuera gusano, ignoraré lo grotesco que me puedas parecer.
Y Si fuera escarabajo, haré uso de mis habilidades para poder servirte siempre.

EL PAQUETE DE GALLETAS


EL PAQUETE DE GALLETAS

Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete de Galletas.
Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer con tranquilidad.
Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Entre ellos quedaron las Galletas. Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una.
La mujer se sintió indignada, pero no dijo nada.
Apenas pensó: “¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría una Bofetada para que nunca más se le olvide! y aprenda a respetar!...
Cada vez que ella tomaba una galletica, el hombre también tomaba una.
Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: “qué hará ahora este abusador?”.
Entonces, el hombre dividió la última galletica y dejó una mitad para ella.
Ah! No!. . . Aquello le pareció demasiado! ¡Se puso a bufar de la rabia!.
Cerró su libro, agarró sus cosas y demostrando su rabia, se dirigió al sector del embarque.
Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletas. . . intacto y cerradito…
¡Sintió tanta vergüenza!... Que su rostro se ruborizó de inmediato…
Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba.
¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso!...
Aquel hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicaciones o para ofrecer disculpas.

Pero sí tenía suficiente tiempo para razonar:
¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones, cuando debiéramos observar mejor, antes de prejuzgar?
¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las demás personas?
¿Cuántas veces hemos condenado alguna persona por sus actos sin saber los antecedentes o motivos por los que dicha persona actúa de tal o cuál forma?
Y entonces recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan jamás:
1.- Una piedra, después de haber sido lanzada al vacío;
2.- Una palabra, después de haber sido proferida;
3.- Una oportunidad, después de haberla perdido;
4.- El tiempo, después de haber pasado.