lunes, 7 de enero de 2013

Principios para Cultivar una Sana Amistad





1. No podrás amar a otro, en tanto no sepas hacerlo contigo mismo… ya que lo que des, siempre estará condicionado por tu necesidad de recibir y de tener. Ante todo, tenemos que ser amigos de nosotros mismos para después poder tener amigos.

2. Ten presente que la amistad es un don que te brindas… Se trata de ser,  respetar y respetarse, comprender,  aceptar y aceptarse, compartir y convivir, bendecir, integrar e integrarse... Quien ama en verdad, honra a la vida, comienza entonces por la tuya, y deja de disfrazar tu dolor con sufrimientos, adicciones y sacrificios.

3. La amistad comienza por ser honesto contigo mismo, no podrás ser amigo de todos, pero si eres leal contigo mismo… quien te conozca, reconocerá en ti un verdadero amigo no por lo mucho que les adules y complazcas, sino porque sabes respetar las diferencias de razas y costumbres, de clase social y religión, de filosofías y otras ideas más, así como las diferentes formas de pensar.

4. Al ser amigo de ti mismo, serás amigo del presente, de la vida y del Amor incondicional, de los animales y las plantas, de tu pareja y de tu hermano, de tu familia y del vecino, de tu pueblo y nación, del planeta y del universo entero.

5. Para que tu amistad sea constructiva y no derivada de algún tipo de apego motivado por carencias emocionales, procura vivir feliz, ello te convertirá en una persona con la que se pueda convivir y estar en paz. El asunto de la felicidad de otros no es tu responsabilidad. Para eso se tienen a sí mismos, oriéntales entonces para que encuentren su camino, apóyales de la manera que te sea posible, pero no permitas que te cuelguen sus resentimientos o te arrastren con su infelicidad. Cuida tu espacio y mantenlo al margen de estas energías de incomprensión.

6. Cuando te encuentres a ti mismo, podrás estar en paz con todo lo que te rodea, serás un promotor natural para el diálogo y el respeto, siempre procurarás la justicia y la paz.

7. La amistad se construye con pequeños actos cotidianos,  con atención y consideración hacia ti mismo y a quienes te rodean. No se trata de resolverle la vida a nadie, sino de apoyarles en sus decisiones sin descuidar de ti.

8. Cuando se es fiel y discreto hacia uno mismo, no andas ventilando tus intimidades con quien no debes, imagínate la carga emocional negativa que expandes con la justificación de querer desahogarte. Muchos conflictos familiares y de relaciones en general, tuvieron su origen en hablar de más con la persona equivocada. Si necesitas que alguien te escuche, es porque no lo sabes hacer contigo. No trates de comprender a otros cuando no lo puedes hacer contigo mismo. Un ciego no puede guiar a otro ciego, ni resolverle nada, ya que nadie puede dar lo que no tiene. Busca ayuda profesional, ellos te podrán orientar mucho mejor, y que no te duela el gastar en ti.

9. Primero acéptate y compréndete tal cual como eres, y podrás entonces ser un amigo que sepa brindar consejos a otros para que se aprendan aceptar a sí mismos. Por otra parte, no des consejos a quien no te los pide, quizás no se hayan dispuestos para recibirlos o no es su momento, entiéndelo!. El cielo siempre manda a sus emisarios en cuanto el receptor esté dispuesto para escuchar.

10. Deja de idealizar modelos de amistad que nos vende nuestra sociedad enferma y disfuncional, muchos de ellos provienen del apego, de la necesidad por cubrir carencias, del miedo a no tener y ser reconocidos. Deja de conceptualizar y soñar. Vive la experiencia de la amistad desde dentro, es decir, la que está dirigida en  primera instancia hacia tu persona, y entonces sabrás de que trata la verdadera amistad.  

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