Los Tres Filtros
Un joven discípulo entró ansioso y afanado entró
a la casa de su Maestro. Sin saludar, fijó su mirada en él, quien reposaba
tranquilamente en la sala, y le dijo:
- Maestro, un amigo muy querido por Ud,
estuvo hablando muy mal de Ud esta mañana.
- Espera, espera – respondió el Maestro –
¿ya le hiciste pasar la prueba de los tres filtros a lo que me vas a contar?
- ¿Los tres filtros? – Preguntó sorprendido
el discípulo -.
- Sí, el primer filtro es LA VERDAD: ¿Es
absolutamente cierto lo que oíste? – Inquirió de nuevo-.
- Bueno… me lo contaron los vecinos…
supongo que… – dijo dudando -.
El Maestro interrumpió:
- Al menos lo habrás hecho pasar por el
segundo filtro que es LA BONDAD: Es bueno para alguien esto que vas a contarme,
o tal vez, sin darte cuenta, ¿te estarás volviendo mensajero de malas
intenciones?...
- No… – respondió el joven – no creo que
esto que te voy a decir sea bueno para nadie.
- Muy bien, – dijo, – entonces, nos queda
el último filtro: ¿Es ÚTIL lo que me vas a contar?
- Tal vez no… Maestro! – respondió
tranquilo el joven -.
- Entonces, si no es verdadero, ni bueno,
ni útil, mejor es que no lo discutamos – concluyó el Sabio Maestro -. Y entró
de nuevo en Meditación…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.